martes 17 de julio de 1928, en el restaurante La Bombilla, de San Ángel, fue asesinado el entonces presidente electo de México, el general Álvaro Obregón, por José de León Toral, quien militaba en grupos católicos que formaban parte del bando cristero, entonces en guerra con el gobierno.
Aunque no se han esclarecido todas las circunstancias del crimen, ni su trasfondo político, el episodio es emblemático del sacrificio de muchos revolucionarios en manos de los fanáticos, precursores de la derecha hoy en el poder, que en ese tiempo se oponían con las armas al Estado laico.
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